El senador oficialista Santos Ramos denunció este miércoles que existen «presiones inadmisibles» contra los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en medio del escándalo por la licencia médica solicitada por el presidente del organismo, Óscar Hassenteufel. «Algunos actores políticos quieren manipular al TSE para torcer el curso de las elecciones generales», declaró Ramos, sin especificar nombres, pero en clara alusión a sectores de la oposición. El legislador arista pidió «respeto a la independencia» del órgano electoral y advirtió que estas interferencias podrían «quemar institucionalmente» el proceso electoral.
Aunque el TSE aún no se pronuncia oficialmente sobre el estado de salud de Hassenteufel, fuentes internas revelaron que su licencia sería por 15 días debido a una crisis de hipertensión severa, atribuida al estrés por las tensiones políticas. La oposición, sin embargo, sospecha que se trata de una estrategia para retrasar decisiones clave, como la habilitación de últimas candidaturas o la auditoría a las actas de votación. El vicerrector del TSE, Antonio Costas, aseguró que el tribunal «funciona con normalidad», pero evitó comentar las acusaciones de presión.