El presidente cívico Stello Cochamanidis desmintió categóricamente los rumores sobre la renuncia del vicepresidente del TSE, Óscar Hassenteufel, atribuyéndolos a una campaña de desinformación. «Es falso. Esperamos el pronunciamiento oficial sobre su licencia médica», declaró, haciendo un llamado a la ciudadanía a respaldar al Órgano Electoral para garantizar las elecciones del 17 de agosto. Su postura fue respaldada por la presidenta del TED Santa Cruz, María Cristina Claros, quien aseguró que el tribunal opera con normalidad: «No hay renuncia, son especulaciones que alarman sin fundamento».
Sin embargo, la diputada evista Gladys Quispe encendió las alertas al denunciar pugnas internas en el TSE y acusar a algunos vocales de «favorecer al Órgano Ejecutivo». «Hay una fractura grave. Algunos están poniendo en riesgo las elecciones por obedecer al gobierno», afirmó, sin presentar pruebas. Estas declaraciones profundizan la polarización en un contexto donde el oficialismo y la oposición se acusan mutuamente de sabotear el proceso electoral.