Tras las declaraciones de la diputada chilena María Luisa Cordero, quien indicó que los bolivianos tienen «disminución del oxígeno cerebral», el presidente del Estado, Luis Arce, rechazó tales declaraciones, manifestó que las declaraciones fueron con términos racistas y xenófobos.
«Su inaceptable intervención es una afrenta al Parlamento, al pueblo chileno y a la ética de la profesión médica de la que forma parte la congresista. Nuestros países sostienen una relación bilateral sobre la base del respeto y cooperación en el marco de la Diplomacia de los Pueblos por la Vida, que no debe afectarse por este inadmisible e infundado pronunciamiento», escribió en X.